Es un verdadero reto, y una muestra de obediencia a los preceptops bíblicos, el capacitar a los hermanos que quieren servir como maestros.
Estamos en el proceso de redefinir el concepto de "Maestro de Escuela Dominical" y hemos tenido que hacer conclusiones dolorosas, que nos llevan a acciones radicales. La Escuela dominical no alcanzo el exito por dos razones básicas. Los maestros y el programa.
- Los maestros de Escuela dominical, estaban más orientados a entretener, y "contar historias", y no se les podía pedir más porque el 90% de ellos eran maestros con poco o ninguna preparación. No ponemos en duda la sinceridad de los mismos, y de cuando en cuando nos encontrabamos con maestros que hacian lo mejor posible en su esfuerzo educativo.
- El programa en si, es lo más dificil de definir, ¿que era lo que se buscaba? me parece que lo que se buscaba en muchos de los casos que conozco era simplemente entretener, matar la hora de E:D (realmente 45 min) angustioso para el maestro y tremendamente aburrido para el alumno. El programa estaba salpicado de Biblia, pero sin ninguna relación al todo de las Escrituras, y mucho menos a cambiar los habitos de los alumnos.
- Lo que se produjo fue un "engaño" de personas que pasaron por nuestra "escuela dominical" 13 años, y al llegar a esa edad, eran tan paganos como los que nunca asistieron a la misma.
- Maestros de años frustrados porque se sentian culpables del fracaso de sus alumnos.
- Necesitamos con urgencia maestros de Biblia, que estudien la Biblia, que amen la Biblia, que apliquen la Biblia asus vidas, y que despues enseñen y apliquen la Biblia al pueblo de Dios.
- El costo es grande, al cambiar a maestros de Biblia, tenemos que invertir en capacitación, en equipo, en programas, en pruebas. Pero el resultado sera muy grande, tan grande que no se podra medir aquí en la Tierra, sino delante del Maesto de Maestros.
Gracias por el esfuerzo que están realizando algunos hermanos por ayudar a que tanto maestros y alumnos lleguemos a estudiar y practicar la Biblia.
ResponderEliminarCreo que parte de esta deficiencia es que a veces hacemos las cosas por hacer, como lo hemos hecho tanto tiempo, no nos preguntamos por qué hacemos las cosas. También pudiera ser que hemos perdido los objetivos originales por lo que se comenzaron a realizar algunas cosas, y creo que un gran porcentaje de los creyentes hemos caído en este error.
Muchas gracias por su esfuerzo, ahora nos toca a nosotros aprovechar esta oportunidad.